lunes, 22 de diciembre de 2008




PROYECTO DE PGOU:
UN DOCUMENTO POLÍTICAMENTE INSUFICIENTE Y TRAMPOSO


Después de semanas de estudio y análisis del proyecto de PGOU, estamos en condiciones de avanzar algunas conclusiones críticas preliminares que guiarán las alegaciones que la PLATAFORMA DE INICIATIVAS CIUDADANAS, en parte en colaboración con otros colectivos ciudadanos, presentará próximamente.

UN DOCUMENTO POLÍTICO BAJO SOSPECHA.-

No es imposible descubrir en el proyecto algunas buenas intenciones, como las referidas a una mejor protección del patrimonio histórico-artístico o el intento de apostar por una ciudad compacta. Sin embargo tales aspectos positivos contrastan con el desarrollo real de la ciudad en los años anteriores y, más allá de algunas consideraciones técnicas concretas, es perfectamente lógico desconfiar de quien ahora defiende determinados postulados cuando en el periodo precedente se actuó de manera contradictoria con el modelo que ahora aparentemente preconiza, sin haber reconocido el más mínimo error en la gestión. No es casualidad que el PGOU haya sido “cosa de dos”: la Alcaldesa y el Redactor del proyecto; de esta manera ella ha tratado de esconderse tras el técnico y, a la vez, precisamente, ha tratado de difundir la idea de que nos encontramos ante un “documento profesional” en el que los principios, valores y objetivos políticos no aparecen: esa despolitización del urbanismo es, en sí misma, una manifiesta opción política fuertemente conservadora.

Como se ha manifestado desde diversas perspectivas, el Proyecto está siendo un difundido –“vendido” propagandísticamante- pero se elaborado casi sin participación. Incluso vulnerando algunas normas, en el proceso de redacción no se ha tenido en cuenta la opinión de colectivos ciudadanos, profesionales, etc., aunque sí, al parecer, fue previamente conocido por algunos empresarios de la construcción. Esta falta de una verdadera participación pública es una de las principales debilidades de esta revisión del PGOU. Conectado con esto está la enorme complejidad de la documentación expuesta, en muchos casos textos yuxtapuestos sin conexión lógica entre sí. También se ha confundido torticeramente lo exigido legalmente para la participación con documentos realizados sin atenerse a esos procedimientos, como sucede con el Estudio de Paisaje o el de Sostenibilidad Ambiental. También se echa en falta el cumplimiento de la obligación legal (art. 11.3 de la Ley de Suelo) de incluir entre la documentación un “resumen ejecutivo” de las alteraciones de planeamiento, para facilitar su estudio.

Además se da la asombrosa –e ilegal- circunstancia de que en el Acuerdo de la exposición pública del Plan no se suspenden las licencias -aparte de las discotecas en el Centro- y acuerdos de programación que pudieran ser contradictorios con el nuevo Plan. Es como si no se creyeran demasiado lo que están proponiendo, o, incluso, como un aviso a navegantes para que se apresuren a realizar actuaciones o demoler edificios que se pretenden proteger, antes de que el Plan entre en vigor. Nada hace prever que las alegaciones importantes sean atendidas, ya que tampoco está habiendo un auténtico proceso de diálogo en torno a los grandes temas. No cabe duda de que nos encontramos ante un documento presidido por una gran paradoja: tras muchos años de espera, ha sido redactado con una precipitación enorme y al redactor se le han impuesto una gran cantidad de aspectos sin la debida reflexión. Sospecha y chapuza política son, así, las dos primeras valoraciones posibles.

UN DOCUMENTO PARA UNA CIUDAD AISLADA.-

Con independencia de algunos esfuerzos de los redactores, el proyecto aparece incomunicado de realidades que comprometen de manera evidente, y creciente, el marco urbano en su conjunto. La ciudad aparece, por un lado, aislada de su entorno y, por otro, en algunos aspectos, los desarrollos se presentan fragmentariamente, sin ambicionar una respuesta global y legible para el “todo ciudadano”. Así, no existe ningún intento profundo de incardinar el PGOU con el entorno metropolitano, no están resueltas las relaciones con el Puerto o en la zona litoral –más allá de algún dibujo indicativo que, en realidad, a nada obliga-, no existe una consideración global sobre las dotaciones que dieran sentido a Alicante como ciudad diferenciada en el marco de la Comunidad Valenciana, etc. El PGOU, más allá de las disposiciones legales, debe ser la gran ocasión para debatir y decidir “el lugar” de esa ciudad en un mundo cambiante y agitado y, desde luego, es manifiestamente absurdo que Alicante no lidere reformas que permitan establecer ese marco metropolitano esencial para su vida futura. En otro orden de cosas no hay un estudio global de alteraciones posibles en el paisaje urbano con el impacto de obras de notable altura.


UN DOCUMENTO PARA UNA CIUDAD SIN UN FUTURO DEFINIDO.-

En la misma lógica del punto anterior el proyecto carece de la Memoria de Sostenibilidad Económica al que obliga la vigente Ley del Suelo. Cuando se ha preguntado por la cuestión, se han recibido evasivas que nada aclaran. Pero es evidente que concurren tres circunstancias: A) No se han tomado en consideración los Planes Estratégicos que se han propuesto y se están debatiendo por parte de diversas instituciones: siendo cierto que no están aprobados, nada hubiera costado una aproximación a las necesidades que allí se detectan y a algunas recomendaciones que van perfilándose. B) Es un proyecto que no ha integrado las nuevas realidades y condicionantes que impone la crisis que, desde luego, alterará gravemente las evaluación del empleo. C) La reserva de suelo industrial que se efectúa es positiva, pero, por sí misma, no supone un activo decisivo para la atracción de empresas de alta cualificación tecnológica.

Desde estos puntos de vista el PGOU no ayudará a generar empleo en el medio plazo y, probablemente, ayudará a su destrucción potencial al liberalizar la instalación de grandes superficies, que se intenta justificar por la pretendida oposición de la UE a las limitaciones a la competencia, argumento que no se sostiene por el elevado número de grandes superficies con las que ya cuenta Alicante y que, llevado a sus últimas consecuencias, impediría que el Ayuntamiento interviniera, con su política del suelo, en la actividad económica. En todo caso la ciudad global no aparece como un factor de competitividad, sino que permanece cautiva de un pensamiento anquilosado que sólo la contempla como territorio para la competición de los particulares, como ocasión de enriquecimiento que, en demasiadas ocasiones, ha de pasar por encima de los intereses públicos.

UN DOCUMENTO PRISIONERO DE LA LÓGICA DEL LADRILLO.-

Los puntos indicados en los párrafos precedentes fraguan y adquieren plenamente sentido cuando se advierte que la sobredeterminación que articula todo el proyecto es el de seguir construyendo inmoderadamente, fiando a que eso seguirá siendo la principal fuente de generación de riqueza, según un modelo fracasado, principal causa y consecuencia de la actual crisis económica, que para el Plan parece no existir. Insólitamente se trata de un plan expansionista, con una reclasificación de 13 millones de metros cuadrados de suelo, que la propia Consellería ha considerado como un crecimiento excesivo a corto y medio plazo (informe del Servicio de Coordinación Territorial de 23.09.08). Ello contrasta con las benévolas intenciones acerca de compactar la ciudad o de abordar la regeneración de zonas deterioradas, pues, más allá de algunas medidas técnicas paliativas, sigue dibujado como objetivo del PGOU facilitar al máximo la construcción. No es casualidad que se falsifique la realidad al hablar del Plan Rabassa como PAI “en ejecución”, cuando es obvio que ni siquiera está aprobado definitivamente; que incluya un Plan de la Condomina -Torres de la Huerta- con más viviendas prevista que en Rabassa, que, además, acaba con la posibilidad de rescatar algún pedazo de los antiguos cultivos de la huerta tradicional y del patrimonio histórico y etnológico asociados a ella; que prepare el camino para acabar con partidas rurales; que acepte las alturas excesivas en la Sangueta que afectarán a la imagen de la ciudad, a su paisaje urbano y al hito de la Serra Grossa o que no impugne las construcciones excesivas previstas en la zona del soterramiento de Renfe.

En cuanto a los "parques naturales" que se presentan como el gran éxito del proyecto, al prever 5,5 millones de metros cuadrados de grandes zonas verdes, en realidad se trata de una obligación legal que consolida el modelo desarrollista y depende de él: hay que ceder por cada metro cuadrado nuevo que se recalifica el equivalente ponderado para parque natural, o sea, que si no se desarrollan las grandes actuaciones urbanísticas del PGOU no habrá parques naturales, que, además, son zonas que luego el Ayuntamiento deberá reconvertir y mantener, ya que los propietarios sólo ceden el suelo a cambio de edificabilidad en otro lugar, pero no urbanizan el parque: ¿de dónde y cuándo sacará el dinero el Ayuntamiento?; se ignora, porque, entre otras cosas, como ya se ha dicho, no se aporta el obligatorio informe de sostenibilidad económica.

UN DOCUMENTO QUE HACE TRAMPAS CON EL TIEMPO.-

Es obvio que el PP ha dispuesto de años de bonanza económica para presentar un PGOU en mejores condiciones y que, si no lo ha hecho, ha sido por una mezcla de incompetencia y de deseo de perpetuar una cierta “ley de la selva” que favorecía algunas prácticas de promoción urbanísticas muy características. Lo dicho anteriormente, pues, puede entenderse políticamente como la cuadratura del círculo, como el compromiso entre aprobar un PGOU que actúe bajo las mismas reglas desestructuradas y que, a la vez, sirva para salvar la cara al PP, al borde de la ilegalidad por su atraso. La varita mágica, el artefacto para permitir la trampa, consiste en la duración del PGOU propuesto, que es de 25 años, basándose en un estudio demográfico más que dudoso. En realidad esa cifra se desliza solapadamente en la Memoria Justificativa, aunque ha sido reiterada, machaconamente repetida, en los actos de promoción del proyecto, por su redactor y la Alcaldesa.

Conviene recordar que la legislación vigente aconseja que el PGOU se elabore para 10 años aproximadamente, lo que parece más razonable. Baste recordar que el anterior PGOU, que había quedado obsoleto, entró en vigor en 1987, o sea, hace 19 años. Causa estupor pensar que se pretende ahora planificar la ciudad para un cuarto de siglo, que coincide con la primera crisis de la globalización, cuyos efectos sobre la inmigración, el tipo de economía o el medio ambiente ignoramos casi completamente. Hablar de 25 años, en estas circunstancias, es tanto como hacer un documento por tiempo indefinido que, por lo tanto, pervierte sus propias intenciones, ya que, cuando se plantean objeciones sobre el territorio a construir, el número de viviendas o las relaciones con el entorno, inmediatamente se escucha la replica de que 25 años dan para mucho… ¡Y tanto! Dan, exactamente, para que el desarrollo concreto y real de la ciudad construida vaya haciéndose desde fuera de las instituciones públicas, primando los intereses coyunturales y privados sobre los colectivos. Y dan para las mejores excusas para aplazar sine die la realización de las propuestas sensatas y urgentes, como las relativas a dotaciones en la ciudad consolidada que, sin embargo, no existen el Proyecto.

Por todo ello nuestra valoración global del Proyecto de PGOU es manifiestamente negativa, por lo que efectuamos un llamamiento a la sociedad civil alicantina para hacer oír sus voces, presentar las críticas pertinentes y formular alegaciones para que, al menos, sepamos, en muchas materias, cuál va a ser la posición política real del PP sobre el urbanismo de Alicante para los próximos años.

viernes, 19 de diciembre de 2008





PROPUESTA DE ALTERNATIVAS DE LA PLATAFORMA DE INICIATIVAS CIUDADANAS PARA EL FUTURO DE DIVERSOS EDIFICIOS PÚBLICOS EN LA ZONA DE LA ANTIGUA ESTACIÓN DE AUTOBUSES

A la vista de las diversas y contradictorias informaciones publicadas sobre el futuro de la Estación de Autobuses y su entorno, la PLATAFORMA DE INICIATIVAS CIUDADANAS formulas las siguientes OPINIONES Y PROPUESTAS:

1.- El patrimonio histórico-artístico de Alicante, como se ha dicho en muchas ocasiones, quizá sea modesto en comparación con el de otras ciudades, pero ello, lejos de ser un argumento a favor del derribo de lo existente, debería serlo a favor de su conservación, sobre todo si, como es el caso, el patrimonio público es susceptible de ser puesto en valor y uso colectivo.

2. Es evidente la necesidad de protección del edificio, su importancia justificaría su declaración como Bien de Relevancia Local. Su valor del edificio viene avalado por su inclusión sistemática en todos los catálogos de arquitectura de ámbito local (Guía de Arquitectura de Alacant, tomo 2, CTAA, 1980), provincial (Guía de arquitectura de la provincia de Alicante, CTAA, 1999), autonómico (Registro de arquitectura del siglo XX de la Comunidad Valenciana, UPV, COACV, IVE y COPUT, 2002) e, incluso, nacional (Registro SUDOE de arquitectura del siglo XX en España, Gibraltar y de ocho regiones francesas, DOCOMOMO Ibérico, Fundación Mies van der Rohe, Gobierno de Gibraltar, Arc en rêve centre d’architecture, 2007). Se citan estos catálogos por considerarse documentos que sirven, de forma muy directa, como punto de referencia para cualquier documento urbanístico de protección (catálogo) pero, evidentemente la bibliografía sobre el edificio de la estación de autobuses de Alicante podría ser bastante más extensa, evidentemente su enumeración detallada escapa a los objetivos de este documento-propuesta.

3.- Partiendo de la premisa anterior, no es preciso insistir más en el valor constructivo y simbólico del edificio de la actual Estación de Autobuses, incluyendo las marquesinas, pues conforman una unidad conceptual esencial. Así lo reconoce el proyecto de PGOU que en este momento se debate, que postula para el conjunto un grado de protección parcial, susceptible de adaptaciones a diversos usos. El edificio encierra los murales de Gastón Castelló, muy asociados a la construcción del imaginario simbólico alicantino y que se encuentran, en este momento, muy mal conservados. Sus dimensiones y significado hacen muy improbable que pudieran ubicarse en cualquier otro lugar. En todo caso el Ayuntamiento debería asegurar con carácter de urgencia su conservación.

4.-El edificio de la Estación de Autobuses, recordemos, es un gran espacio de doble altura volcado al espacio exterior con las marquesinas al que numerosas celdas con sus altillos -actuales puestos de venta-, con un acceso axial principal vinculado a zonas comerciales -cafetería, kiosco-, además de una escalera de acceso a espacios compartimentados en la planta superior, asó como escaleras subterráneas de acceso a los andenes de los autobuses. Se configura así como un contenedor construido que posee una gran versatilidad de adecuación a los usos que requiera cualquier programa de necesidades.

5.- Es un signo de la descoordinación e improvisación municipal lo indicado en el PGOU y, a la vez, la convocatoria de un concurso que contempla dos ideas: o el derribo completo o, al menos, el de las marquesinas, para hacer un parking subterráneo y una plaza. Parece aconsejable, en cualquier caso, suspender inmediatamente dicho concurso, o modificar sus bases respecto al edificio de la estación de autobuses, asegurando la conservación estricta del conjunto, en consonancia con lo propuesto en el PGOU.

6.- Por otra parte es inaudito que el concurso de ideas se realice sin definir previamente el uso posible del conjunto y de cada una de sus piezas, lo que es especialmente dramático en un centro urbano muy necesitado de dotaciones de diverso tipo.

7.- Siempre es deseable contar con las opiniones de los vecinos para definir usos alternativos de futuro, pero no parece de recibo que en el centro urbano únicamente opinen los vecinos directos en materias que afectan al conjunto de la ciudad y ateniéndose sólo a necesidades urgentes, sin la opinión de otras voces, especialistas diversos, etc.

8.- El derribo de la Estación de Autobuses y la mera instalación de la plaza y el parking, generaría un lugar que, con toda probabilidad, no sólo desaprovecharía su potencial sino que, incluso, platearía problemas sobreañadidos en horarios nocturnos. Frente a ello parece necesaria una correcta e imaginativa ordenación del lugar que, a la vez, garantizara la pervivencia de un hito que jerarquice un espacio urbano complejo y que provoque flujos de personas, impidiendo así la plausible degradación de la zona y sirviendo para reactivar el comercio y la valorización como zona hostelera.

9.- En cualquier caso, la existencia del parking debe estar subordinada a la conservación de los elementos señalados como el conjunto a proteger y a la aparición de una zona verde. Además, debería reservase a residentes: un parking de rotación agravaría considerablemente los problemas de tráfico de la zona y repercutiría negativamente en la habitabilidad de la plaza. En cualquier caso el parking, en el concurso de ideas planteado, debiera definirse únicamente a nivel de programa de necesidades (número de plazas) y no, como se hace, dando una solución formal a nivel de proyecto básico, que condiciona en exceso el proyecto y la creatividad –la calidad en suma- del diseño. Incluso en la opción de las bases del concurso que mantiene el edificio de la estación de autobuses, el parking planteado obstaculiza la correcta puesta en valor del edificio, dificultando su permeabilidad con el espacio público.

10.- Hasta ahora nos hemos referido a la Estación de Autobuses como conjunto integral pero hay que recordar que nos encontramos ante la gran oportunidad de reordenar toda la zona dotándola de mayor sentido. No parece que haya voces que se alcen contra el derribo de los bloques de viviendas de funcionarios municipales, una vez que se les haya asegurado unas viviendas de reemplazo dignas y adecuadas. Ese espacio debería dedicarse a la plaza, que tendría continuidad hasta el actual edificio de la Estación, integrando las marquesinas que deberían ser un elemento complementario del mismo espacio abierto de gran utilidad, generando ámbitos de sombra y articulando la ornamentación de la plaza.

11.- Pero, además, hay que incluir en este bloque los edificios correspondientes al antiguo cuartel de bomberos y los del antiguo “grupo de bombeo” que se han utilizado también para otros servicios municipales –almacén, talleres…-, con independencia de que se puedan derribar algunas naves posteriores de poco valor arquitectónico. El espacio entre la manzana de la Estación de Autobuses y estos otros edificios, una vez redireccionado el tráfico, debería integrarse en la plaza y servir también, en las condiciones dichas, para el parking. La coexistencia en el mismo entorno de tantos edificios de propiedad municipal, definen un gran potencial de cara a la generación de un espacio urbano, de carácter público (espacios libres más equipamientos) que configure el centro cívico del barrio de ensanche (excesivamente denso y alto) en que se encuentran.

12.- Partiendo de la versatilidad de los edificios, se pueden hacer numerosas propuestas diferentes. Hay que señalar que las que se enumeran a continuación se hacen a partir de la limitada información que se dispone, si bien podrían servir, en todo caso, como directrices genéricas para el concurso de rehabilitación. Por otra parte estas propuestas, o cualquier otra de una cierta envergadura, chocan con un problema: la inexistencia en Alicante de un Plan de Infraestructuras Culturales que defina prioridades, ritmos de implantación, fuentes de financiación, integración en planes comunitarios, etc., todo ello elaborado tras un debate en el que se implique la sociedad civil, la UA, especialistas, creadores, etc. En los últimos años han menudeado las propuestas –de distinto valor e importancia- de índole cultural basadas siempre en la precipitación, sin atender a un programa general como el que se propone. De todos modos, como se apreciará, no todas las propuestas son estrictamente calificables como “culturales”, si bien, al referirnos siempre a un conjunto articulado, merece la pena tener presente lo dicho.

13.- Por todo ello se propone las actuaciones generales de uso siguientes:
- -Cuartel de bomberos: Museo de Bomberos, con piezas de la historia del cuerpo de bomberos, protección civil, policía municipal… Con especial atención a la imagen de los riesgos naturales y sociales típicos de Alicante –inundaciones, la cremà…- y la forma de controlarlos.
- -“Grupo de bombeo”: centro general de acciones y recursos para la “cultura y el ocio infantil”, con ludoteca pública, zona cubierta de juegos, biblioteca infantil, cuentacuentos, títeres, teatro, acciones de creación plásticas, formación de monitores, etc. Podría gestionarse en colaboración con la Facultad de Educación de la UA.
- -Oficinas de la Estación de Autobuses: Centro para la Participación con locales de la Concejalía, espacios para la exposición al público y debates de planes municipales, cursos de formación; locales para asociaciones de la zona; hotel de asociaciones.

- -Nave de la Estación de Autobuses: gran zona multiusos, conectada al máximo con la plaza, con varios espacios que existieran de manera cuasi-permanente pero que pudieran, si fuera necesario, retirarse:
- -Espacio Gastón: interpretación de los murales y el contexto de su realización; imágenes fotográficas y videográficas de G. Castelló, resumen biográfico.
- -Espacio Transportes: con imágenes, planos, etc., sobre historia del edificio, de los transportes en Alicante, inicios del turismo, etc.
- -Espacio Gráfico: para exposiciones de fotografía, renovadas trimestralmente.
-
Como se indica, podrían retirarse para dejar el espacio total diáfano para la celebración de fiestas públicas –p.ej. en Carnavales, Hogueras o Nocheviejas-, exposiciones más grandes o actividades ligadas a los usos asociados al conjunto, como un festival de teatro infantil, concentración de nanos i gegants, exposición al público de grandes proyectos municipales o acciones sobre promoción de riesgos, ferias de voluntariado, etc.


Este artículo ha sido elaborado con la colaboración de diversos especialistas, pertenecientes o no a la PIC, en nombre de ésta firman: MANUEL ALCARAZ RAMOS, JOSÉ RAMÓN NAVARRO VERA, JORGE OLCINA, ARACELI PERICÁS, ERNEST BLASCO, JOSÉ MARIA ASENCIO, RAMIRO MUÑOZ, PERE MIQUEL CAMPOS, ROSANA ARQUES, REME AMAT, RAFAEL BONET, JUAN ÁNGEL CONCA, CLEMENTE HERNÁNDEZ, MARIO SERRA

viernes, 12 de diciembre de 2008


LA PLATAFORMA DE INICIATIVAS CIUDADANAS CONSIDERA EGOISTAS LAS ALEGACIONES DE PROVIA AL PLAN GENERAL DE ALICANTE

Para PROVIA, “todo territorio no construido, es una molestia”


Las alegaciones que han presentado al PGOU de la ciudad los promotores inmobiliarios asociados en PROVIA son profundamente insolidarias y egoístas a juicio de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas. Solicitar una reducción de las viviendas de Protección Oficial es negarse abiertamente a que los ciudadanos más desfavorecidos y más vulnerables a la crisis, puedan afrontarla con cierta esperanza.

Estos promotores son los mismos que, en el reciente pasado y aún ahora, han hecho sus negocios y pretenden seguir haciéndolo apelando a la necesidad de viviendas. Ciertamente, lo único que pretenden es garantizarse , en un futuro, tasas de beneficios similares a las conseguidas hasta ahora. No les importa, a juicio de la PIC , que eso sea imposible en un horizonte más o menos previsible; lo que pone de manifiesto su incapacidad intelectual para pensar en nuevos modos de actuación y de negocio.

Las alegaciones de PROVIA que apelan a la reducción de suelo rústico son el efecto de pensar única y exclusivamente en que “todo territorio no construido, molesta”. Ignoran con evidente cinismo cualquier criterio de equilibrio territorial y , menos aún, de sostenibilidad medioambiental. Estos promotores no buscan una ciudad para todos, sino el enriquecimiento de unos pocos a costa de la mayoría.

La PIC califica de ignorantes a estos agentes promotores que demandan la reducción de zonas verdes y parques naturales, ya que esas dotaciones , de acuerdo con la ley vigente, se construirán en la medida que se urbanicen espacios de la ciudad de Alicante y su término municipal.

La Plataforma de Iniciativas Ciudadanas considera que la actuación de PROVIA que hemos conocido hoy responde al desacuerdo entre los diferentes beneficiarios de la política desarrollista y desordenada al máximo del urbanismo “ejecutado” los últimos años en Alicante. Al menos, los grandes constructores alimentan públicamente sus peticiones en la necesidad de más viviendas de Protección Oficial, afirmación sobre la que también tenemos serias y más que razonables dudas de que responda a un deseo real y , sobre todo, de que, si finalmente se construyen, sean accesibles a los más necesitados.


Finalmente, destacar que las alegaciones de PROVIA son el efecto de la idea central del proyecto del PGOU: la filosofía principal responde a un sector de la “economía del ladrillo” que única y exclusivamente quiere asegurarse una parte del futuro pastel, ante un plan prisionero del crecimiento indiscriminado, voraz y depredador de la construcción en una recalificación masiva de suelo y en el retraso constante de proyectos globales, racionales y a largo plazo(se habla de 25 años).

La PIC manifiesta su gran preocupación por lo que, cada día más, abre un escenario que niega la participación ciudadana en este Plan General. En paralelo, el ayuntamiento de Alicante podría seguir negociando con otros sectores poderosos, para acabar pariendo un PGOU restringido en proyectos y realizaciones.

Algo que, a través de ciertas maniobras, haría aparecer a la alcaldesa de Alicante como una centrista que mediaría entre SU proyecto y las peticiones que se atenderían procedentes de esos sectores. Todo ello acabaría por endurecer aún más un crecimiento absurdo e insaciable.


Alicante, 30 diciembre 2008

Feliz 2009!
P.M.C.
Prensa PIC